En el fascinante mundo de la arqueología, la restauración de piezas históricas es una tarea esencial que nos permite preservar y comprender nuestro pasado, revelando así información sobre las costumbres, la economía y la cultura en general.
Recientemente, he llevado a cabo labores de restauración en varias piezas procedentes de la excavación realizada este año en la villa romana del Albir. Entre las piezas tratadas se encontraban fragmentos de sellador de yeso para tapadera u operculum, una aguja de hueso o acus crinalis, una moneda de cobre y una pesa de telar, todas ellas en un avanzado estado de deterioro.
El proceso de restauración no solo se centró en la consolidación de las piezas, sino que también incluyó un exhaustivo embalaje y protección para su adecuado almacenamiento, de manera que permitiera el estudio por parte de los investigadores. Es especialmente destacable el tratamiento del operculum, para el cual se optó por un sistema de doble soporte que combina yeso y espuma de poliuretano. Esta técnica garantiza que los fragmentos se mantengan en su posición original sin el uso de adhesivos, que podrían haber causado un deterioro a largo plazo.
Quisiera aprovechar esta ocasión para agradecer a Carolina Frías, directora del Museo Villa Romana del Albir, por confiar nuevamente en mi trabajo. Cada pieza restaurada representa un paso más en la valorización de nuestra historia.