Durante los últimos meses, he tenido la oportunidad de trabajar en el Archivo Histórico Provincial de Alicante, un proyecto encargado por la Generalitat Valenciana con el que busca preservar y poner en valor la rica historia de nuestra comunidad. Este trabajo, bajo la supervisión experta de Gemma Contreras y Patricia Real, ha sido una experiencia enriquecedora que me ha permitido adentrarme en el fascinante mundo de la archivística y la conservación de documentos históricos.
Mi tarea principal consistió en renovar las cajas donde se guardan legajos y documentos que datan desde 1850 hasta aproximadamente 1990. Esta labor no solo era necesaria para mejorar la conservación de estos documentos, sino también para facilitar su acceso y estudio.
Al abrir cada legajo, los documentos más antiguos revelaban un estilo de caligrafía de trazos elegantes y armoniosos, características de una época en la que la escritura a mano era un reflejo del cuidado y la dedicación. Cada documento contaba una historia y un contexto social, no solo por su contenido, sino por la forma en que estaba escrito. Abrir un legajo era como viajar atrás en el tiempo, donde cada línea y cada curva de la caligrafía hablaban de precisión y un amor por las palabras que ya no se ve en la escritura moderna.
Como parte del proceso, creé una tabla en Excel que documentaba el estado de conservación de cada uno de los documentos, lo que incluyó datos como las condiciones de almacenamiento, niveles de deterioro u otros factores a considerar. Además, realicé un análisis más profundo al tomar muestras de diferentes tipos de papel y tipos de suciedad que afectan a los documentos. Este proceso no solo es crucial para la preservación, sino que también ofrece información valiosa sobre las condiciones en las que se almacenaron a lo largo de los años.
Por otra parte también intervine en la limpieza y embalado de libros y mapas, para lo que conté con los servicios de la empresa “Arte y memoria” especializada en la conservación de documentos.
En resumen, mi experiencia en el Archivo Histórico Provincial de Alicante ha sido invaluable. He aprendido no solo sobre la conservación de documentos, sino también sobre la historia que estos relatos guardan, y la importancia de preservarlos para las futuras generaciones. Estoy agradecido por la oportunidad y la ayuda técnica a Gemma Contreras así como a todo el equipo del AHP dirigido por María del Olmo Ibáñez.